
Una rutina de ejercicios de tres tipos te traerá enormes beneficios
Uno de los hábitos indispensables para tener un estilo de vida saludable es ser activo físicamente y por lo tanto, el ejercicio es nuestro gran aliado. Una vez que nos decidimos a hacerlo parte de nuestra rutina diaria, es deseable que realicemos una mezcla de ejercicios aeróbicos (cardio), de fuerza y de elasticidad para potenciar los beneficios que obtenemos de cada uno de ellos.
Los ejercicios aeróbicos aumentan nuestro consumo de oxígeno y por lo tanto el gasto de energía. Se recomienda hacerlo por lo menos 3 veces por semana a intensidad moderada. Entre sus beneficios más conocidos están:
• Aumenta la resistencia cardiovascular y por lo tanto la salud de nuestro corazón.
• Mejora la respiración al reforzar los músculos que se utilizan en este proceso.
• Incide en la salud de los músculos al mejorar su irrigación sanguínea.
• Mejora sistema inmunológico y la salud mental ya que libera endorfinas, que ayudan a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad.
• Aumentan nuestra energía. Aunque pueden hacernos sentir cansados a corto plazo, a largo plazo aumentan la resistencia y reducen la fatiga.
Los ejercicios anaeróbicos son aquellos que aplican resistencia a los músculos y se recomienda realizarlos por lo menos dos veces por semana. Además de aumentar la capacidad, fuerza y potencia muscular, también mejoran la salud de los huesos y articulaciones. Pero hay mucho más:
• Retrasa la pérdida de músculo natural que sucede a partir de los 30 años (sarcopenia).
• Mejora la calidad del sueño
• Ayuda a mejorar la composición corporal y control del sobrepeso y obesidad. Al aumentarse la masa muscular, se incrementa el metabolismo basal y por lo tanto nuestro gasto de energía durante todo el día.
• Mejora el rendimiento en los ejercicios cardiovasculares al mejorar el desempeño del músculos necesarios para realizarlo
• Ayuda a reducir la presión cardiaca y por lo tanto, también la salud del corazón.
Los ejercicios de elasticidad mejoran la capacidad de movimiento de los músculos y las articulaciones. Se recomienda realizarlos antes y después de cada sesión de los otros dos tipos de ejercicio. Entre sus ventajas están:
• Incrementan la capacidad de amplitud de los movimientos e incluso pueden ayudar a aumentar la fuerza y flexibilidad muscular.
• Favorecen la coordinación motora y mejoran la postura
• Ayudan a la recuperación post-ejercicio favoreciendo la regeneración muscular.
• Mejoran la concentración y la respiración.
Ahora ya lo sabes, la variedad en el ejercicio, al igual que en la alimentación también hace la diferencia.
Con información de: ILSI
Etiquetas: Ejercicio, Salud, Beneficios, Obesidad
Categoría: Salud y Bienestar