
Alimentación saludable en vacaciones de verano
Las vacaciones de verano representan un momento esperado para descansar, divertirse y romper con la rutina habitual. Sin embargo, también suelen ser un desafío para mantener hábitos de alimentación saludables debido a los cambios en los horarios, las salidas sociales y la mayor disponibilidad de alimentos ultraprocesados o altos en calorías. Por ello, es importante planificar y tomar decisiones conscientes para cuidar la salud y el bienestar durante este periodo.
¿Por qué es importante cuidar la alimentación en vacaciones?
Aunque las vacaciones son un momento destinado principalmente para el descanso y la desconexión de la rutina diaria, es fundamental entender que el bienestar físico y mental está profundamente interconectado con la calidad de nuestra alimentación y los hábitos que mantenemos incluso en estos periodos de ocio. El cuerpo y la mente requieren de un equilibrio nutricional que permita regenerarse, mantener sus funciones óptimas y adaptarse a los cambios del entorno.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020), mantener una dieta equilibrada es una pieza clave para conservar un peso corporal adecuado, lo que reduce el riesgo de obesidad, una condición asociada con múltiples enfermedades crónicas. Además, una alimentación sana fortalece el sistema inmunológico, crucial para proteger al organismo contra infecciones y enfermedades, lo que resulta especialmente importante durante los cambios de temporada o en contextos sociales diversos como los que se presentan en vacaciones.
Durante el verano, el aumento de las temperaturas puede provocar mayor pérdida de líquidos y electrolitos, por lo que una alimentación adecuada también debe contemplar una hidratación constante para evitar la deshidratación y sus consecuencias.
Claves para una alimentación saludable en vacaciones
Para asegurar que los más pequeños de la casa mantengan energía, salud y hábitos equilibrados durante estos días de ocio, te proponemos seis recomendaciones clave que facilitarán su bienestar sin renunciar al disfrute.
1. Mantener horarios regulares
Aunque las vacaciones permiten flexibilidad, es recomendable que los niños mantengan horarios regulares para sus comidas principales (desayuno, comida y cena) y colaciones. Esto ayuda a regular el apetito y evita el consumo excesivo de snacks poco nutritivos.
2. Priorizar alimentos frescos y naturales
Incluir frutas y verduras de temporada es una excelente forma de aportar vitaminas, minerales y fibra. Las frutas como sandía, melón, mango, papaya y cítricos son refrescantes y aportan hidratación. Las verduras pueden ser parte de ensaladas, sopas frías o guarniciones ligeras.
3. Hidratar adecuadamente
El agua debe ser la bebida principal para mantener una correcta hidratación, sobre todo en climas cálidos. Evitar el consumo frecuente de bebidas azucaradas, jugos industrializados o refrescos que aportan calorías vacías y pueden afectar la salud dental.
4. Controlar el consumo de alimentos procesados y frituras
Las golosinas, frituras, y comida rápida suelen ser más accesibles en vacaciones, pero deben consumirse con moderación para evitar desequilibrios nutricionales. En su lugar, se pueden preparar snacks saludables como palitos de zanahoria, frutas frescas o yogur natural.
5. Involucrar a los niños en la preparación de alimentos
Incluir a los niños en la elección y preparación de comidas fomenta hábitos positivos, aumenta su interés por alimentos saludables y promueve una relación positiva con la alimentación.
6. Fomentar la actividad física
Aunque no es directamente parte de la alimentación, mantener a los niños activos ayuda a equilibrar su gasto energético, favorece su salud integral y regula su apetito.
Conclusión
En definitiva, las vacaciones de verano constituyen una etapa valiosa para que los niños se relajen, disfruten y desconecten de las obligaciones escolares; sin embargo, esta temporada también representa un desafío importante para preservar hábitos alimenticios saludables. Es fundamental comprender que el descanso y la diversión no deben estar reñidos con el cuidado de la salud, pues mantener una alimentación equilibrada durante las vacaciones contribuye a sostener el bienestar físico y mental, pilares esenciales para un desarrollo óptimo en la infancia.
El equilibrio nutricional durante el verano permite que el organismo de los niños se regenere, mantenga su sistema inmunológico fortalecido y adapte adecuadamente a las condiciones del entorno, como el aumento de las temperaturas y la exposición a nuevas actividades y contextos sociales. La planificación consciente y la toma de decisiones informadas sobre qué y cuándo comer son estrategias clave para evitar excesos calóricos, el consumo desmedido de alimentos ultraprocesados y la deshidratación, factores que pueden impactar negativamente en la salud general y la energía de los menores.
Bibliografía
Instituto Mexicano del Seguro Social. (s.f.). Programa de salud del niño de 5 a 9 años. https://imss.gob.mx/sites/all/statics/salud/guias_salud/ninios/guianinos_5a9anios.pdf
Secretaría de Salud. (2014, 1 de agosto). Cuidar la alimentación de los niños en el período vacacional [Comunicado de prensa]. Gobierno de México. https://www.gob.mx/salud/prensa/8966
Rodríguez Hernández, G. J. (2022, 8 de agosto). Vacaciones, a cuidar la alimentación de los niños. Alimentación y Salud, UNAM.
https://alimentacionysalud.unam.mx/vacaciones-a-cuidar-la-alimentacion-de-los-nino s/
Etiquetas: Salud, Alimentación, Nutrición , Bienestar
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