
Cómo involucrar a los niños en la ofrenda de Día de Muertos
El Día de Muertos es una de las festividades más emblemáticas y coloridas de México, reconocida mundialmente por su riqueza cultural y su profundo simbolismo. Celebrada cada año los días 1 y 2 de noviembre, esta tradición tiene como objetivo principal honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido, manteniendo viva su memoria a través de rituales llenos de significado y cariño. Los altares u ofrendas, elementos centrales de esta celebración, incluyen fotografías, velas, flores, alimentos y objetos personales que evocan la presencia de los difuntos y reflejan la conexión entre la vida y la muerte.
Involucrar a los niños en la preparación de la ofrenda representa una oportunidad invaluable para transmitirles la riqueza de su herencia cultural y fortalecer los lazos familiares. A través de la participación activa, los pequeños aprenden sobre los símbolos y elementos tradicionales, como el papel picado, el cempasúchil, las calaveritas de azúcar y los alimentos favoritos de sus antepasados.
Además, esta experiencia les permite comprender de manera natural y amorosa el ciclo de la vida y la muerte, enseñándoles que recordar a quienes ya no están es un acto de cariño y respeto, y que la muerte forma parte de un proceso natural que debe ser celebrado, no temido.
Explicar el significado de la festividad
Antes de iniciar cualquier actividad relacionada con el Día de Muertos, es fundamental que los niños comprendan el significado y el propósito de la celebración. Explicarles que esta festividad no es un momento de tristeza, sino una ocasión de alegría, recuerdo y homenaje, les permite acercarse a la tradición con una actitud positiva y respetuosa. Es importante transmitirles que, durante estos días, se cree que las almas de los difuntos regresan temporalmente al mundo de los vivos para convivir con sus seres queridos, y que los altares u ofrendas actúan como una especie de bienvenida simbólica para recibirlos.
Los niños pueden aprender que cada elemento de la ofrenda tiene un significado especial. Las flores, especialmente el cempasúchil, guían a las almas con su aroma y color; las velas representan la luz que ilumina su camino; los alimentos y bebidas son aquellos que disfrutaban en vida y sirven para compartir un momento simbólico con ellos; y los objetos personales recuerdan sus gustos y personalidad, acercando a los niños a la historia y las vivencias de sus antepasados.
Comprender estos símbolos ayuda a los pequeños a internalizar valores como el respeto, la memoria y la gratitud hacia quienes ya no están. Además, les permite percibir la muerte como un proceso natural de la vida, en lugar de un tema que cause miedo o incomodidad
Construir el altar juntos
Una de las formas más efectivas de involucrar a los niños en la celebración del Día de Muertos es permitirles participar activamente en la construcción del altar u ofrenda familiar. Esta participación no solo les brinda un papel importante en la festividad, sino que también convierte la actividad en una experiencia educativa, creativa y afectiva.
Los niños pueden colaborar de muchas maneras: colocar las fotografías de los difuntos, elegir y acomodar las flores de cempasúchil, organizar las velas y distribuir los alimentos y bebidas que formarán parte del altar. Cada acción tiene un significado, y al explicárselo mientras participan, los pequeños aprenden a reconocer el valor de cada elemento y la intención detrás de él.
Además de su valor simbólico, esta actividad fomenta habilidades importantes en los niños, como la creatividad, la coordinación, el trabajo en equipo y la responsabilidad. Al involucrarse en la decoración del altar, aprenden a organizarse, a tomar decisiones y a expresar su imaginación de manera práctica.
Por otro lado, la construcción del altar es una oportunidad invaluable para compartir recuerdos familiares. Mientras colocan los objetos y fotografías, los adultos pueden narrar historias de los difuntos, anécdotas divertidas o recuerdos entrañables. Esto no solo ayuda a los niños a conocer su historia familiar, sino que también fortalece los lazos afectivos entre generaciones y crea un ambiente de comunicación, respeto y cariño.
Crear manualidades juntos
Las manualidades representan una herramienta educativa y divertida para mantener a los niños interesados y activos durante la celebración del Día de Muertos. A través de estas actividades, los pequeños no solo ejercitan su creatividad y habilidades motoras finas, sino que también aprenden sobre los símbolos y tradiciones de esta festividad, fortaleciendo su conexión con la cultura y la memoria familiar.
Papel picado
El papel picado es uno de los elementos más característicos de la ofrenda de Día de Muertos. Enseñar a los niños a recortar papel de colores para crear diseños tradicionales les permite desarrollar destreza manual y sentido artístico, además de comprender el valor cultural de este elemento. Cada diseño, ya sea de calaveras, flores o figuras geométricas, simboliza la fragilidad de la vida y la alegría de recordar a los seres queridos. Esta actividad también brinda la oportunidad de trabajar en equipo, ya que pueden colaborar en la creación de guirnaldas o decoraciones más grandes para el altar.
Calaveritas de azúcar
Otra actividad muy significativa es la elaboración o decoración de calaveritas de azúcar. Estos dulces, además de ser coloridos y llamativos para los niños, tienen un profundo simbolismo: representan a los difuntos de manera alegre, recordando que la muerte forma parte del ciclo de la vida. Los niños pueden personalizar las calaveritas con nombres, colores y detalles creativos, mientras los adultos les explican su significado y la tradición de colocarlas en la ofrenda como homenaje a los seres queridos.
Cartas o dibujos
Invitar a los niños a escribir cartas o realizar dibujos para los difuntos es una forma muy especial de fomentar la expresión de sentimientos y la memoria afectiva. Pueden plasmar recuerdos, mensajes de cariño o incluso recuerdos divertidos de momentos compartidos con quienes ya no están. Esta actividad ayuda a los pequeños a procesar emociones, fortalecer el vínculo con su historia familiar y comprender que el recuerdo y la celebración son formas de mantener viva la memoria de los seres queridos.
Conclusión
Involucrar a los niños en la celebración del Día de Muertos es mucho más que una actividad recreativa; es una oportunidad para transmitirles la riqueza de la cultura mexicana, sus tradiciones y valores familiares. A través de la explicación del significado de la festividad, la participación en la construcción del altar y la realización de manualidades, los pequeños aprenden sobre símbolos, historia familiar y la importancia de honrar a quienes ya no están.
Estas experiencias fomentan la creatividad, la empatía, el respeto y la memoria afectiva, permitiendo que comprendan la muerte como un proceso natural y la recuerden desde la alegría y el cariño. En definitiva, incluir a los niños en estas prácticas fortalece los lazos familiares, preserva la herencia cultural y convierte el Día de Muertos en una experiencia educativa y significativa que perdurará en las nuevas generaciones.
Bibliografía
Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. (s.f.). ¿Conoces el significado de los elementos de una ofrenda de Día de Muertos?
https://www.gob.mx/inpi/articulos/conoces-el-significado-de-los-elementos-de-una-of renda-de-dia-de-muertos
El País. (2024, 1 de noviembre). Incienso de copal: origen y significado en el altar de Día de Muertos. https://elpais.com/mexico/2024-11-01/incienso-de-copal-origen-y-significado-en-el-al tar-de-dia-de-muertos.html
Lingokids. (2024, 26 de octubre). 5 maneras de celebrar el Día de Muertos con los niños. https://lingokids.com/es/blog/posts/5-maneras-para-celebrar-el-dia-de-muertos-con-l os-ninos
Etiquetas: Niños, Fiesta, México , Historia
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