Conociendo más a los edulcorantes no nutritivos
Al estudiar el comportamiento humano, no cabe duda nuestra preferencia natural hacia el sabor dulce; algunos expertos lo explican como parte del instinto de supervivencia, ya que desde el nacimiento nos alimentamos con alimentos de sabor dulce: la leche materna. Para dar gusto a los paladares de los consumidores y como sustitutos del azúcar natural, la industria de alimentos ha desarrollado desde hace décadas sustancias que aportan sabor dulce con una menor o nula cantidad de energía y por lo tanto se conocen como edulcorantes no nutritivos.
Para su obtención, todos ellos son sometidos a procesos químicos y son considerados como aditivos de los alimentos. Por ello y debido al aumento en su uso, las autoridades en materia de salud han establecido limites seguros para su consumo conocidos como Ingesta Diaria Admisible (IDA), es decir que se considera que son seguros mientras su consumo se mantenga dentro de estos límites. Aunque se considera muy difícil superar la IDA, es importante tomar en cuenta que cada vez hay más productos que contienen estos edulcorantes, por lo que la suma de todos ellos nos podría llevar a una ingesta elevada; por lo que se recomienda tener en cuenta su consumo.
Los edulcorantes, al igual que el resto de los aditivos son estudiados para poder establecer un consumo seguro; ninguno de ellos se puede señalar como causa en la aparición de ninguna enfermedad o condición que afecte la salud y ninguno de ellos ha probado tener un efecto reductor del apetito; sin embargo su consumo se sigue evaluando constantemente. Por ejemplo, actualmente se está estudiando si su consumo puede vincularse con la obesidad y el sobre peso.
Entre los edulcorantes no nutritivos más comúnmente utilizados están:
Sacarina: Fue el primer edulcorante no nutritivo en ser comercializado. Estudios que lo vinculaban con la aparición de cáncer de vejiga en ratas hicieron que se prohibiera su comercialización en la década de los 70´s. En los 90´s se volvió a permitir su venta debido a que esta vinculación no ha podido ser comprobada en humanos. Aún así, su consumo no se recomienda durante el embarazo. Es entre 300 y 500 veces más dulce que el azúcar y deja un resabio amargo al consumirlo. Su IDA es de 5mg/kg/día.
Aspartame: Su uso se inició hace más de 25 años y está aprobado en más de 90 países. Está elaborado a partir de dos aminoácidos: fenilalanina y ácido aspártico. Por su contenido de fenilalanina no debe ser consumido por personas fenilcetonuricas; por lo que los productos que lo contienen deben ostentar una leyenda precautoria. Aporta 4 kcal por gramo; sin embargo ya que su dulzor es entre 160 y 220 mayor que el de la sacarosa, la cantidad que se utiliza es tan poca que su aporte energético suele considerarse nulo. Su IDA se ha establecido entre 40 y 50 mg/kg/día. Tiene un resabio amargo que suele disminuir en alimentos con mayor acidez y su sabor dulce disminuye con el calor.
Acesulfame K: Es absorbido y excretado sin producir energía por lo que su aporte calórico es cero. Es estable al calor, 200 veces más dulce que la sacarosa. Su IDA se establece en 15mg/kg/día. Intensifica el sabor dulce de otros edulcorantes x lo que normalmente se utiliza mezclado con otros.
Sucralosa: Se obtiene incorporando cloro a la molécula de la sacarosa lo que logra que no pueda ser absorbida fácilmente por el cuerpo humano; e 15% que si se absorbe no puede ser utilizado como fuente de energía. Es 600 veces más dulce que la sacarosa y su IDA es de 15 mg/kg/.
Stevia: Aún se encuentra en fase de evaluación para su uso común por organismos como la FDA y no existen estudios que evalúen su consumo a largo plazo; por ello no se ha establecido una IDA. Se obtiene de machacar las hojas de la planta planta Stevia rebaundiana y es 100 a 150 veces más dulce que el azúcar.
Con información de: Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013
Etiquetas: Salud, Alimentación, Nutrición , Azúcar de caña , Edulcorantes
Categoría: Alimentación