
Evita la pérdida de aprendizaje durante las vacaciones
Las vacaciones son, sin duda, uno de los momentos más esperados por niñas, niños y adolescentes durante el año. Después de meses de esfuerzo, concentración y cumplimiento de responsabilidades escolares, este periodo representa un merecido descanso del ritmo académico, una pausa para relajarse, desconectar y recargar energías. Además, las vacaciones ofrecen una valiosa oportunidad para fortalecer los lazos familiares, compartir tiempo de calidad con seres queridos y vivir nuevas experiencias que enriquecen la vida fuera del aula.
Sin embargo, aunque el descanso es fundamental para el bienestar físico y emocional de los estudiantes, las vacaciones también pueden traer consigo un reto poco visible pero importante: la llamada pérdida de aprendizaje o learning loss. Este fenómeno, ampliamente estudiado por investigadores en educación alrededor del mundo, se refiere a la disminución en el nivel de conocimientos y habilidades adquiridos durante el ciclo escolar, producto de la interrupción prolongada de las actividades educativas estructuradas.
¿Por qué ocurre la pérdida de aprendizaje?
La principal causa de la pérdida de aprendizaje durante las vacaciones es la falta de práctica continua. Durante el ciclo escolar, las niñas y los niños están inmersos en una rutina diaria que estimula de manera constante diversas habilidades cognitivas: desde la concentración al realizar tareas, hasta la memoria, el pensamiento lógico, la resolución de problemas y la creatividad al participar en actividades escolares. Estas habilidades se fortalecen precisamente gracias a la repetición, la guía docente y el entorno estructurado que proporciona la escuela.
Sin embargo, al llegar el periodo vacacional, muchas de esas rutinas se interrumpen bruscamente. Al dejar de practicar con regularidad, es natural que ciertas destrezas se debiliten o se olviden con el tiempo, sobre todo en estudiantes de nivel preescolar y primaria, que están en etapas críticas de desarrollo del lenguaje, la lectura, la escritura y el pensamiento matemático.
Pero la pérdida de aprendizaje no depende únicamente del descanso académico, sino también del entorno en el que se desenvuelve el estudiante durante las vacaciones. Factores como el acceso a libros, materiales didácticos, recursos tecnológicos con fines educativos, así como la presencia de adultos que acompañen y fomenten actividades de aprendizaje, juegan un papel fundamental.
¿Cómo evitar la pérdida de aprendizaje?
Aunque las vacaciones deben disfrutarse, es posible mantener un equilibrio saludable entre descanso y estimulación cognitiva. Aquí algunas estrategias prácticas para las familias:
1. Promover la lectura por placer
Fomentar la lectura diaria es una de las formas más efectivas de mantener activa la mente. No se trata de imponer tareas escolares, sino de ofrecer libros que despierten la curiosidad, ya sean cuentos, novelas gráficas, biografías o revistas infantiles. Leer 15 o 20 minutos al día puede marcar una gran diferencia.
Tip: Visita bibliotecas públicas o ferias del libro para elegir materiales juntos. También puedes crear un rincón de lectura en casa.
2. Escribir en vacaciones
Llevar un diario de vacaciones, redactar cartas o inventar cuentos ayuda a reforzar la escritura y la ortografía. También se puede hacer en forma de cómic o dibujos con texto.
Tip: Pide que escriban una historia sobre sus actividades favoritas del verano o creen un blog familiar de aventuras.
3. Incluir actividades matemáticas cotidianas
Las matemáticas se pueden ejercitar de manera divertida: cocinar siguiendo una receta (medidas, fracciones), jugar juegos de mesa con conteo, calcular el cambio al comprar algo, o resolver acertijos numéricos.
Tip: Usar aplicaciones educativas o imprimir hojas de retos matemáticos semanales.
4. Estimular la creatividad
Las actividades artísticas, como pintar, hacer manualidades, tocar un instrumento o participar en talleres culturales, estimulan la concentración, la resolución de problemas y el pensamiento divergente.
Tip: Aprovecha cursos gratuitos en línea o talleres de verano en tu comunidad.
5. Aprender al aire libre
Las salidas al parque, museos, jardines botánicos o excursiones pueden convertirse en experiencias de aprendizaje si se acompañan de observación, preguntas y conversaciones.
Tip: Propón juegos como búsqueda del tesoro, identificación de plantas o registro de aves locales.
Conclusión
Las vacaciones no tienen por qué ser sinónimo de retroceso académico. Aunque es cierto que durante este periodo se detiene la enseñanza formal, eso no significa que el aprendizaje tenga que pausarse. Al contrario, los días libres pueden convertirse en una oportunidad valiosa para fortalecer el conocimiento de forma natural, divertida y significativa.
Además, al involucrar a niñas y niños en actividades que disfruten, no solo se refuerzan sus habilidades cognitivas, sino también su motivación por aprender, su autoestima y su capacidad de trabajar en equipo. La experiencia del aprendizaje se transforma entonces en algo positivo, cercano y significativo.
En definitiva, con intención, creatividad y acompañamiento, el aprendizaje puede seguir siendo una aventura apasionante incluso fuera del aula, enriqueciendo no solo el intelecto, sino también los vínculos familiares y la experiencia personal de cada niño y niña.
Bibliografía
García, R. (2025, 14 de junio). ¿Por qué se olvidan los contenidos académicos durante las vacaciones de verano? The Conversation.
https://theconversation.com/por-que-se-olvidan-los-contenidos-academicos-dur ante-las-vacaciones-de-verano-259108
Kit, I., Alzú, M. S., & Sáenz Guillén, L. (2025). Vacaciones de verano:
evidencia sobre su impacto en el aprendizaje. Observatorio de Argentinos por la Educación.
https://argentinosporlaeducacion.org/informe/vacaciones-de-verano-evidenciasobre-su-impacto-en-el-aprendizaje/
Karakowsky, Y. (2023, 1 agosto). Durante las vacaciones ¿se gana o se pierden aprendizajes escolares? MUxED. https://www.muxed.mx/blog/aprendizajes-vacaciones
Etiquetas: Educacion, Hijos, Aprendizaje
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