3 razones para comer en familia
El estrés y el ritmo acelerado del trabajo, escuela, labores de casa, etc, hacen que hoy en día no sea tan fácil comer y cenar en familia. En ocasiones, es muy complicado tener los mismos horarios a la hora de sentarse en la mesa. Sin embargo, merece la pena hacer el esfuerzo.
Antes de mencionar los beneficios que tiene el comer y cenar en familia, es necesario aclarar que es primordial apagar la televisión y los teléfonos. Esto debe establecerse como una regla familiar para poder disfrutar de la comida y la compañía de todos.
1. Promueve la alimentación saludable
Comer en familia asegura a los padres que los niños coman sano. Así, se evita el consumo excesivo de comidas rápidas y se favorece el de verduras, frutas y legumbres. Por este motivo, los adolescentes que comen en casa son menos propensos a padecer obesidad y diabetes, entre otras afecciones similares.
Por otra parte, los niños y adolescentes acostumbrados a comer viendo televisión, suelen consumir más comida chatarra y gaseosas. En cambio, sentados en la mesa, los padres pueden incorporar hábitos saludables en ellos; un buen ejemplo es el consumo de agua en lugar de refrescos, o también la preparación de comida casera.
2. Mejora la comunicación
El hábito de comer con la familia ayuda a los más pequeños del hogar a desarrollar su manera de expresarse, de argumentar y comunicar a través de la charla con sus padres y hermanos.
Además, es un momento esencial en el que los padres pueden aprovechar para prestar atención a sus hijos, sobre todo si pasan muchas horas fuera trabajando.
3. Crea buenos hábitos
Los niños aprenden por imitación, así que es el momento perfecto para enseñarles buenos modales en la mesa. La infancia es la etapa ideal para que los hijos adopten patrones de conductas que desarrollarán a lo largo de su vida.
Si los infantes comen en el colegio, lo más probable es que copien a sus compañeros y cenar en familia es la mejor manera de reforzar los modales a la hora de comer.
Cuando un bebé puede sentarse por sí solo, es importante incorporarlo a la rutina con la familia. Con ello, aprenderá a tomar los cubiertos, a comer solo y a comunicarse con los demás.
Ahora, sólo te queda comenzar a fomentar esta costumbre. Si aún no lo implementan, pueden volverlo un hábito en apenas algunos días; será un espacio que todos disfrutarán.
Vía: Eres Mamá
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Categoría: Salud y Bienestar